En general y como principio, no son susceptibles de acceder a la Residencia aquellas personas mayores que presenten necesidades de cuidado y atención a las que la Residencia no está capacitada para satisfacer adecuadamente o entorpezcan gravemente la correcta atención del resto de residentes.
En concreto, no se admitirán las personas que se encuentren en las siguientes situaciones:
- Trastornos psicológicos o conductuales que interfieran gravemente en el propio anciano y en la convivencia.
- Trastornos somáticos que necesiten atención y cuidados médico-sanitarios continuos y complejos para los recursos de que dispone la Residencia.